Verano, vacaciones, descanso, tiempo para compartir…
Aunque nosotros vamos a tener que conformarnos con recordar el viaje del año pasado como ‘Esas vacaciones los 3 juntos’.
Este año Sr. Padre trabaja: los próximos 3 meses. En Cine, buen tiempo y muchas horas de sol es igual a trabajo, trabajo, trabajo… (julio, agosto y septiembre). Hemos buscado -qué remedio- ‘Plan-de-chicas-solas’: viajaremos a Valencia, Mallorca y Cádiz a pasar días de sol y cariño con los nuestros…
Mediterráneo y Atlántico nos esperan pero, mientras, el bonito recuerdo de Un verano pasado en Portugal…
Escogimos la zona central, donde está la Península de Troia (la mismísima punta del labio inferior, imaginando la famosa cara que se atribuye a la geografía portuguesa ;)
Un complejo/resort de hoteles y apartamentos al final de 17 km de una lengua de tierra que se adentra en el océano, dejando playas a ambos lados, rodeadas de parajes preciosos, solitarios y tranquilos entre dunas y pinos (realmente una reserva botánica declarada, la reserva natural do estuario do Sado). Ah, y con semejantes coordenadas y nada alrededor mucho viento también!
Plan de playas casi desiertas en pleno julio, piscineo, y excursiones a los alrededores…
Con un transbordador puedes transportar el coche y ahorrarte los kilómetros de dar la vuelta bordeando el mar para cruzar hacia Lisboa pasando por Setúbal (tercer puerto de Portugal, tras Lisboa y Oporto)
Rumbo a pasar una jornada en la capital… Para entrar, tener que cruzar este puente, ya hace el comienzo del día una maravilla… Genial hacer fotos, comer sardinas, callejear, …
Y encontrarse una tienda con tanto encanto…
Detalles curiosos por todas partes… Al final cayeron sendos regalitos para las respectivas madres ;)
Y en una librería para R. este ‘libro viajero’ algo que se ha convertido ya en una tradición allá donde vamos…
Tampoco faltó poner rumbo al oeste del centro de la ciudad para visitar Belem -desde donde salían las grandes expediciones marinas portuguesas- y comer los pastelitos típicos disfrutando de vistas así…
El broche maravilloso, para mí que siempre me he sentido atraída por lo decadente, fue la visita a Sintra…
Palácio da Pena… Imperdible. Lujo y decadencia a 25km de la capital.
Pena dejar atrás una ciudad con tanto encanto, historia… tanta desconexión y buenos momentos aunque también hay un ‘no sé qué’ de felicidad por regresar…
En fin, nos trajimos todos esos recuerdos en la retina y mucho descanso en el alma para todos estos meses que han pasado hasta hoy que comienza, oficialmente, nuestro veraneo 2014…
Nos pillas camino de levante, el blog tendrá asegurados los Viernes y… ¡Acción! e intentaré también ir poniendo algún post ;) entre idas y venidas.
Ah! Se me olvidaba, recuerda: