Soy actriz.
Continuamente invierto en formación que me ayude a tener nuevas perspectivas, que me haga avanzar, a estar en continua evolución…
Así que este fin de semana terminaba un taller sobre Técnica Feldenkrais…
Ser madre es la cosa que más hace revolucionar y poner patas arriba tus certezas, límites y creencias.
Si lo eres bien sabes que influye en cada aspecto de tu vida conocida… ¡y desconocida por ahora!
Qué es Feldenkrais
El señor Moshé Feldenkrais, científico de origen ucraniano, desarrolló un método que, según la wikipedia, “utiliza el movimiento consciente y la atención dirigida para buscar patrones de movimiento eficientes y sanos, así como mejorar la postura y refinar habilidades motrices.”
Con el tiempo se producen cosas mágicas pero a corto plazo no es un método ni llamativo (¡adioooóss operación bikinini!) ni divertido. Hay que trabajar y esperar en un disciplina para mejorar la vida.
Afirmaba que su método de exploración holístico mejoraba la salud logrando que las personas fueran más conscientes:
«Lo que busco es unas mentes más flexibles, no sólo cuerpos más flexibles».
Un equipaje muy útil para la vida, en mi opinión.
Quien impartía este seminario era Juan Rivas, con 16 años de experiencia en el método y que además es Educador Social ejerciendo su actividad en el Ayuntamiento de Barcelona. Por eso creo que, aunque acudí como actriz, llegaron muy adentro las afirmaciones que hacía sobre educación e infancia cuyas ramificaciones iban muy unidas a una disciplina que busca:
- Sentirse más conectado con uno mismo, mayor grado de autoconciencia.
- Saber que las zonas primitivas (emocionales) del cerebro también aprenden, evolucionan, se pueden regular, son plásticas.
- Encumbrar esa plasticidad del cerebro: cuando creas nuevas sinapsis mejoras la actividad neuronal.
- Reeducación neuromotora: tomas de conciencia a través del movimiento, pues no todo el conocimiento es a través de la palabra, no todo es lenguaje.
- El sistema emocional es casi puramente motor, las emociones están para ser comunicadas.
- Dar máxima importancia a la ‘minuciosa atención‘ esa fase que constituye el 90% del tiempo de aprendizaje (y que es repetición, pausa, entrega, más repetición…) y que facilita el 10% restante de conocimiento por fin adquirido, pues genera dopamina, que facilita el aprendizaje.
Con toda esta introducción -breve, lo sé pero muy precisa para lo que luego vendrá sobre los niños- quiero traer a este blog (cuyo inicio inspiró la maternidad) para contar en primera persona cosas que creo que a todos los que tienen contacto con niños interesa.
Y mucho…
Feldenkrais para niños: 10 ideas conectadas
Son afirmaciones desde la opinión, vale, pero yo las veo cargadas de sentido común, de sensibilidad con ese periodo fundamental que nuestros hijos solo transitarán una vez…
Pronto crecerán y cuando lo hagan manifestarán gran parte de lo que hayan experimentado esos años mágicos y críticos para todo ser humano, su infancia.
Los adultos tenemos la responsabilidad -y el honor- de acompañarles en su camino, de que lo que les rodee, lo que les ‘impacte’ en el alma y lo que se aloje en su corazón sea honesto, respetuoso para sus procesos… y les haga mejores personas.
Apunté pensando mientras lo hacía, en el caduco, obsoleto y ‘centrado en el error’ sistema educativo que este país se empeña en perpetuar (afortunadamente con apasionados disidentes que se encaminan a abrir nuevas vías)… La calidad de la enseñanza se podría empezar a mejorar hoy mismo a coste cero con cosas como:
- Los niños pequeños ahora ya no hacen siesta en las escuelas. Y luego van, claro, como motos… y se les recetan pastillas… ¿Qué tal plantearse la duda de si se solucionaría durmiendo? Porque bajaría la temperatura del cerebro, que descansa, se recupera y se carga para afrontar lo que viene después…
- Igualmente se sabe que si hay una actividad física la oxigenación del cerebro lo predispone al aprendizaje…
- El método Feldenkrais no entiende lo que es correcto o incorrecto, entiende lo que es explorar…
- La atención localizada en el movimiento genera dopamina. El manantial de dopamina en los niños es inacabable y lo llaman… curiosidad. Ahora pensemos que aquí, a los 3 años, los inmovilizamos en pupitres… Pues eso.
- La mejor manera de aprender es jugando, ya que despreocuparse es la mejor manera de mejorar, aprender y evolucionar…
- El que sabe predecir mejor… ES el mejor (se puso el ejemplo del deportista Rafael Nadal: físicamente poderosos como él debe haber cientos, lo que le convierte en inalcanzable es su capacidad de anticiparse al movimiento del contrario y llegar a bolas ¿imposibles?) La predicción y la intuición son funciones cognitivas…
- En los niños lo ‘emocional-cognitivo-motor‘ es un bloque.
- Los niños no hace falta que presten atención apara aprender, a diferencia de los adultos, ellos tienen periodos críticos/ventanas de aprendizaje, por factores neurológicos de alimentación de las neuronas, y siempre están en ON en su funcionamiento neuroquímico (por ejemplo el extendido factor del aprendizaje de idiomas de 0 a 3 años). A una determinada edad eso se desconecta… OFF.
- Hoy día está tan extendido diagnosticar en los colegios… Y unas veces será real pero otras no…”-Este niñ@ tiene hiperactividad” “-¿Por qué?” “-Porque no está como todos los niños sentado”… ¡Pero es que a lo mejor es la norma de la inmovilidad lo que hay que revisar!! Hasta los 9 años los niños deberían estar en movimiento…
- En España no nos gusta leer porque no aprendimos bien a hacerlo. Fue todo muy precipitado, a una edad demasiado temprana (¿nos suena de la situación actual?) y sin conocimiento de cómo funciona el cerebro para tal hazaña. El niño debe incorporar muchas cosas al mismo tiempo (entre ellas 32 areas visuales, pensamiento abstracto, conectar fonema con signos…) y si no hay un buen aprendizaje de inicio luego todo se resiente… Quizás hay que observar a países muy avanzados educativamente, como Finlandia, que respetan el proceso y los tiempos, donde en un fin de semana como quien dice los niños aprenden a leer porque todo el trabajo previo se ha hecho concienzudamente y se les ha dejado el tiempo, madurativamente hablando, que se precisa, han estado en esa zona que citaba del 90% de tiempo de prestar ‘minuciosa atención‘ e ir despacio… Han desarrollado enormemente esas fases previas que crean sinopsis, dendritas, con ‘actividades de mano’ como pintar, tocar, explorar… todo divertido.
De ahí el título del post de hoy… si nuestros hij@s pudieran elegir nos dirían sin duda:
tengo toda la vida para crecer, enséñame despacio.
Mejor explicado imposible!nuestro sistema educativo debe cambiar. Los niños hasta los 6 años deben jugar jugar y jugar. Gracias por este magnífico post!
¡Gracias Marga! Con tu criterio y el de muchos como tú en el sistema educativo, lo conseguiremos… Bsss